Ingredientes:
40 gramos de azúcar
300 ml. de nata
350 gramos de queso de untar
125 gramos de galletas
80 gramos de mantequilla
5 gramos de gelatina en polvo
Ingredientes cobertura de mermelada:
125 gramos de mermelada de fresa o la más os guste
2 cucharaditas de gelatina en polvo
Tritura las galletas maría y mézclalas con la mantequilla
derretida (la puedes derretir en el microondas). Mezclarlo todo bien. Con esto
forramos un molde para pastel (preferiblemente que sea desmontable). Cubre la
base, apretando bien para que quede todo bien compacto con el fin de que cuando
el pastel esté acabado y cortemos un trozo no se rompa. Se guarda en la nevera.
Pon un cazo con la nata, el queso, el azúcar y la gelatina.
Lo removemos en el fuego sin dejar que hierva, hasta conseguir que todos los
ingredientes estén integrados. Pasar por un colador por si hubiera quedado
algún grumo.
Saca el molde con la galleta de la nevera y llénalo con la
masa anterior. Vuélvelo a poner en la nevera al menos de tres a cuatro horas.
En un cazo, pon la mermelada con un par de cucharadas de
agua y las cucharaditas de gelatina en
polvo, caliéntalo un poco mientras lo vamos removiendo para que se disuelvan
los trozos y quede más ligera.
Vuelve a sacar el pastel de la nevera y ponle la mermelada
por encima. Una hora más en la nevera y estará listo para comer.
Desmoldar con cuidado y a comer.
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